La IA puede servir de apoyo en la toma de decisiones en la profesión
Un 80% de los pacientes consulta sobre su salud en internet, por lo que, la formación en competencias digitales es un must. Así lo ha expuesto Elena Plaza, enfermera docente, directora de la Academia Urgencias y Emergencias y profesora en la Universidad Alfonso X El Sabio(UAX). En esta entrevista, Plaza afirma que “si no creamos infografías, blogs de divulgación, podcast, y usamos las redes para hacer esta divulgación y educación para la salud, otros ocuparán esos espacios. Y no lo harán con evidencia científica ni poniendo al paciente en el centro”.
¿Qué importancia tienen las competencias transversales en la formación del profesional de enfermería?
Las competencias digitales en la formación de las enfermeras son imprescindibles porque el 80% de los pacientes consulta sobre su salud en Internet.
Las enfermeras tenemos que estar donde estén los pacientes y donde haya problemas de salud en la comunidad: centros de salud, hospitales, residencias, muchos entornos más menos conocidos y también en redes y en Internet. Eso no significa que todas debamos estar en los hospitales, ni todas debamos estar en redes sociales, o Internet. Pero sí deberíamos adquirir unas competencias digitales mínimas que nos permitan hacer educación para la salud e intervenciones de salud y cuidados en estos ámbitos.
¿En qué situación está la formación? ¿Se forman durante el grado en estas habilidades?
Parece ser que la formación ha llegado a las universidades como competencia transversal, pero ha llegado muchos años tarde. La formación en TIC en salud lleva recomendándose desde 2005 por la OMS y otros organismos que han instado desde hace tiempo a que se desarrollen políticas digitales.
Pero no ha sido hasta años más tarde cuando se han definido estas competencias digitales (en general) y luego las competencias digitales en concreto en salud. Y, sin definirlas, no se podían incluir en planes formativos. Al final lo que ha pasado es que va más rápido la tecnología que los estudios y la ley. Y este retraso ha generado problemas éticos, de protección de datos, etc.
En el Libro Blanco del Título de Grado de Enfermería, donde se recogen las competencias genéricas y específicas que debemos tener las enfermeras y con el que se programa la titulación de grado, se incluyen desde 2004 habilidades básicas de manejo de ordenadores, de gestión de la información, capacidad para comunicación efectiva, capacidad para aplicar los cuidados utilizando tecnologías adecuadas. Pero creo que estas competencias se quedan cortas y habría que renovarlas, actualizarlas y ampliarlas porque han pasado 20 años.
Además, el alumnado actual sabe perfectamente cómo usar las herramientas. Pero lo que hay que hacer es explicarles cómo se usan salud, por qué hacerlo y cómo transmitir e-profesionalismo, es decir, sin desprestigiar la imagen profesional de las enfermeras por comportamientos incorrectos en el ámbito digital.
Por último, he de añadir que desde el Ministerio de Sanidad ha creado un el Curso de Capacitación Digital para Profesionales Sanitarios para los trabajadores del Sistema Nacional de Salud, según ellos con el fin de potenciar su liderazgo digital y transformación.
Así, que como dice el refrán, más vale tarde que nunca. Y esperemos que todos los compañeros que se han formado en este curso lideren nuevos proyectos digitales en el ámbito sanitario.
Además de la formación, es necesario establecer estándares para evaluar dichas competencias. ¿Se ha desarrollado algo en este sentido?
A nivel de la enfermería, son varios los estudios que hablan sobre las competencias digitales definiendo qué son, y cuáles son las que deberíamos adquirir, pero creo que no hay una estandarización en España en este sentido.
Me consta que hay algún cuestionario validado para evaluar las competencias en los estudiantes, y se está investigando también para validar competencias digitales de los pacientes.
Pero, si no me equivoco, faltaría hacer algo a nivel estatal con la profesión. Sé que hay compañeros que han estudiado y publicado resultados sobre las competencias digitales de las enfermeras y lo están haciendo con herramientas confiables. Pero quizás haría falta una evaluación nacional con muestras más elevadas para ver en qué punto estamos.
Las competencias digitales son aún una asignatura pendiente en el ámbito sanitario. ¿Cree que la expansión de las nuevas tecnologías como la IA incrementará el interés de los profesionales por estas competencias?
Yo creo que no se despertará el interés si no se da a conocer las aplicaciones y si no se enseña sobre la importancia que tiene la adquisición de estas competencias digitales. Como dije antes, no todas tenemos que ser especialistas, pero sí tener unos mínimos de conocimientos, por lo menos para evitar errores, conflictos éticos, etc.
Lo que piensa la gente es: "inteligencia artificial, eso no va conmigo". Igual que cuando se habla de competencias digitales y redes sociales. La gente en su mente traduce "ordenador/Internet = no se me da bien y paso". Y pasa como me pasaba a mí con las matemáticas: ni se me daba bien, ni le veía la utilidad, y esto se traduce simultáneamente en desinterés.
Pero hay que tener en cuenta una cosa. Me gustaran o no, las tuve que estudiar. Y en salud tiene que pasar lo mismo. Puedes usar o no usar redes, puedes usar o no usar IA, pero al igual que nos indican que las agujas se tiran al contenedor de objetos punzantes, que el proceso de atención del paciente tiene unos pasos, deben enseñarnos primero qué son estas herramientas, para qué sirven y sobre todo el "no hacer". Y luego ya a quien le interese más en profundidad, se podrá seguir formando.
Y hay que adquirir competencias digitales, no porque lo diga yo, sino porque hay que poner esto en un marco centrado en el paciente. Tenemos que darnos cuenta de que los profesionales debemos estar en todos estos procesos para poder poner también al paciente en el centro. Debemos velar por sus derechos, por sus datos y por un uso responsable de estas herramientas. Y ya, porque esto va muy rápido.
Recientemente, la American Nurses Association publicaba un documento sobre la importancia del uso ético y responsable de la IA. Este documento destaca que se debe velar por elementos esenciales en la relación enfermera-paciente como el cuidado y la compasión. ¿Cree que es necesario sensibilizar a los profesionales sanitarios sobre este asunto?
Por supuesto. Son múltiples los casos en los que un mal uso de las TIC, en concreto de las redes sociales han perjudicado al paciente, por eso comentaba antes que no puede pasar.
"En el caso de la IA los datos y la privacidad del paciente es el aspecto que más me preocupa, seguido de la falta de conocimiento de que la IA que tenemos ahora a mano, la IA generativa, tiene sesgos y alucinaciones. Inventa cosas que no son ciertas. Y esto en salud es un auténtico peligro".
Por eso es necesario que existan documentos de organizaciones de enfermería oficiales que escriban blanco sobre negro unas pautas a seguir. Además, es totalmente imprescindible que se empiece a formar YA a las enfermeras en este ámbito.
En América, como me preguntas, se publicó el documento, pero fue hace dos años, en 2022. Yo lo encontré hace poco y por eso lo traduje, pero es reseñable que ya desde hace 2 años en américa tengan unas guías y en España nada. Aunque me consta que en el borrador del nuevo código deontológico de enfermería recogen el uso de la IA. Y el Código de deontología médica de España, también lo tiene incluido y de forma más extensa.
Vamos poco a poco, pero insisto, los pacientes ya están metiendo fotos de sus analíticas en ChatGPT. Y permitidme la analogía y a modo de broma, quien no sepa cómo funciona ChatGPT, a ver cómo le explica al paciente que actualmente el uso de esa herramienta tiene el mismo peligro que muchas conductas poco saludables que les decimos que no realicen (sal en las comidas, falta de ejercicio, etc.…).
¿Qué aplicaciones tiene la IA en el ámbito enfermero?
Si le preguntas a ChatGPT esta pregunta, que yo se la he hecho muchas veces (porque no contesta siempre lo mismo) y lo lee una enfermera asistencial trabajando en una planta de cirugía, por poner un ejemplo, le va a parecer ciencia ficción.
Como digo yo, la enfermera a pie de cama a mediados del 2024 le parece que todo esto es ajeno. Ni ve una mejora en la detección temprana de enfermedades, ni mejora en nuestros cuidados, ni mejora en la gestión de medicamentos, ni en la planificación de turnos, ni está incluido en los registros electrónicos, etc.
Actualmente puede servir de apoyo en la toma de decisiones, como un copiloto en el que nosotras somos responsables de las decisiones, tal y como indica la ANA. Y esto hay que hacerlo cuando las enfermeras ya tengan formación. Usarlo sin formación es una locura.
Con esta formación también podríamos explicar que hay varios tipos de IA, que hay cambios que se verán poco a poco y que impactarán en la salud general mediante la inclusión de la IA en investigación, aunque no nos influya a los profesionales de la salud de forma directa en nuestro trabajo.
La mejora en el ámbito de los fármacos y otros campos de la salud va a cambiar la forma de trabajar de todos los profesionales de la salud, no solo de las enfermeras, pero hay que explicar bien todo y ajustar las expectativas.
En otros ámbitos de las enfermeras fuera del campo asistencial como son el campo docente, investigador y gestor, creo que actualmente sí que se pueden beneficiar del uso de la IA en la actualidad. La IA analítica puede ser integrada en procesos de investigación disminuyendo la mortalidad de los pacientes. Ya se pueden predecir taquicardias seis horas antes de que ocurran.
Por otro lado, la IA generativa, la que tenemos al alcance de nuestra mano con ChatGPT y otras herramientas, puede ayudarnos a múltiples tareas. Por ejemplo, a generar contenido para divulgación y de educación para la salud para los pacientes y la comunidad, a resumir artículos, a sacar puntos clave de documentos, a traducir, a esquematizar protocolos, a realizar lluvia de ideas para diversos aspectos, a resumir vídeos, a realizar guías docentes y exámenes, a mejorar la búsqueda de evidencia científica, a practicar entrevistas poniendo a ChatGPT en el rol de paciente, tutor o profesor, etc.… Eso sí, la IA generativa tiene sesgos, alucinaciones y hay que tener cuidado con los datos. Y como profesionales de la salud debemos conocer todo esto porque los pacientes lo van a utilizar también.
Por último, mencionar de nuevo al paciente. Las enfermeras tenemos que formar parte de todo este cambio y de todas las aplicaciones y cosas nuevas que surjan, velando porque estén orientadas al cuidado del paciente.
Es especialista en urgencias. El despliegue de las especialidades en enfermería continúa siendo un asunto pendiente para la administración según ha denunciado el Consejo General de Enfermería. ¿Qué opina al respecto?
Soy especialista sin especialidad, como solemos decir. Llevo 16 años pagando máster, expertos y formaciones muy especializadas, además de la experiencia asistencial y docente. Esto hace que muchos seamos especialistas, aunque esa especialidad no esté creada. El problema es que cada uno se forma como quiere o puede (el tema económico aquí es importante).
Por ello, desde este altavoz reivindico la especialidad de enfermería de urgencias y emergencias, que ni siquiera estaba recogida en el RD de especialidades de enfermería. Quedó incluida dentro de la Especialidad de Médico-Quirúrgica, convirtiéndose en una "remezcla o mix" en la que se incluiría quirófano, UCI, urgencias, etc.… y otros servicios que realmente no tienen nada que ver uno con el otro.
Esta especialidad de Enfermería Médico-Quirúrgica quedó congelada hace muchos años, pero queda una esperanza. Se publicó el Real Decreto 589/2022, de 19 de julio, por el que se regulan la formación transversal de las especialidades en Ciencias de la Salud. Con este RD se puede proponer especialidades al Ministerio de Sanidad. Y ha sido la puerta que ha abierto la creación, por fin este mes, de la especialidad de medicina de urgencias, tras 37 años de reivindicación por parte de los médicos.
Ahora me consta que, desde dos sociedades científicas de enfermería de urgencias, se está trabajando por cumplimentar estos requisitos que pide el real decreto y justificar bien el porqué de la creación de la especialidad. El trabajo de estos compañeros, y el hecho de que en el ámbito militar sí exista la especialidad de enfermería de urgencias, me ha hecho ser optimista de nuevo y creer que en pocos años podría reconocerse nuestra especialidad.
Es también directora de la Academia de Urgencias y Emergencias. ¿Cómo ha evolucionado la formación en enfermería y cuáles son los principales desafíos?
En general, algo positivo que he notado es que, desde la pandemia, la formación online está en auge. La gente ha visto que se pueden crear programas formativos online con una calidad excelente y se quitó ese prejuicio de que online no se aprende. Y esto ha hecho que aumente un montón la oferta formativa.
Pero, por otro lado, tenemos un problema con el sistema de méritos de la bolsa de empleo pública en España. El sistema de méritos de la bolsa de empleo te conduce obligatoriamente a aportar créditos de formación. Valen más los puntos de cursos pequeños que cuestan 100 euros que la propia especialidad o doctorado.
Este sistema lleva a las enfermeras a pagar por créditos. Literalmente es así y yo lo he hecho para comprobarlo y lo confirmo. He pagado X dinero y he conseguido 70 créditos en 15 minutos rellenando el examen porque me sabía el tema. Si no te sabes el tema puedes coger el pdf con el temario y responder el examen a la vez usando el buscador. En vez de 15 minutos, tardas 30. De tal forma que se está acreditando formación que no vale para nada y todos lo sabemos, pero nos da igual porque necesitamos los créditos. Y no hay forma de romper este sistema.
También hay que decir que hay formaciones acreditadas y con mucha calidad y que se pueden conseguir los créditos y aprender a la vez. Hay sitios que ya funcionan así. A largo plazo, ese sería el objetivo de mi Academia, que como estoy empezando voy muy poco a poco y muy lenta. De momento solo tengo acreditada la formación presencial. Ahora estoy comenzado a crear la infraestructura online y la metodología docente de cada curso (preguntas, guías docentes, foro virtual, etc.) para la acreditación online.
Creo que calidad y créditos no están enfrentados. Y es al modelo al que hay que ir. Además de modificar estos baremos de las bolsas de trabajo que están haciendo un flaco favor a nuestro tiempo, bolsillo y formación.